Con la natación se logra fomentar un estilo de vida saludable, que además de los beneficios de cualquier deporte, al ser realizado en un medio como el agua no tiene los impactos del asfalto o superficies duras, desgastándose menos las articulaciones y huesos. Al utilizar la mayorías de los grupos musculares, las articulaciones están más flexibles y los músculos se tonifican y fortalecen sobre todo los de la espalda.
A todo esto podemos sumar beneficios cardiorespiratorios, neuronales y cognitivos así como beneficios psicológicos en la reducción del estrés. Para los niños y niñas mejora la coordinación, el equilibrio y conocimiento del espacio, la resistencia, desarrollo de habilidades psicomotricies, sin olvidar aspectos como el ocio sano y la interacción con compañeros de entrenamiento y competición.